Maleducada confesión de cliente

Ya es cronos de abordar las neurosis de los escritores dominicanos. Ninguno se lee pero me vale querer creer que todos se leen, por eso el acuse vertiginoso al chisme. Tanto se recalca en las denteras de grupos pequeños, síndrome de necesitados, tormento en recluidos por el culto al no me dan “espacio”. América, desierto con caballo sin nombre, estudia géneros o identidad, mola la rola che, pincha tu cuchara en la guagua. Hierve tu identidad dominicana con el creador del crack (espero no haya sido yayo). Qué más da! El arte ya mejor hoy a vuelta de ritmo al antes de las pasiones de bandera. Al diablo! Para qué tener un tarro delimitante? Si sabes que Peix es tan duro como cualquier grande en castellano (que aquí sí delimito pibes). Tempos editoriales? Aquí no ha llegado eso, en todo caso el hacer no implica necesariamente ese rango. Crear es crear, sin mosquitero ni redes. Añorar el fandango de best sellers, yupi con la libertad de mercado. No hay taller, ni grupo, ni cofradía, ni ocultismo, ni mausoleo que forje escritores mejor que el grafito. Libertad al goce y al ad hominem que el ars es txdx. Hay poetas de coca-cola como Abreu Mejía y de la kola-real como Ariosto. Hay no-poetas que no todos se tragan. Hay gallos. Hay pater terra. Rayar lodo es también bien visto. Todo crea neurosis en el cronos de parlar breves osamentas de blanco semen. Hay quienes primerizan un umano ostil sancudo y pelión, el nazism0 kKk no akaba siempre. Sanz Lajara era un chivero. Y qué?
La moral la retoman del placard como un misil marley... quemen su vaina demás (SIC?). Hay lobas que desde España mutilan su corpus tetal hacía la sinrazón. La moral es un closet, coño!
Ahora veo juvenales primores creer que todo su taller es el mejor por el “coro”, la finitud de la fiesta es toda moda. El confeti acaba. Otros toman a la poiesis tal burra de carga (pun intended) interiorizando su cosmos plutorréica, gónada de superposición. Gurús del mercado libre, de la bolsa tuerta del neopost difunto. Lacan (cualquier inentendido) bravura por los ácaros de los lápices dominiperros. Una casa colonial puede estar frente a logias y armarse sus orgias y sus trazos, pero sin la línea blanca de la nieve no se puede transitar feliz, dictan. Ars comunal. Mi campo tu casa. Festivales bodrios cuentan sus cuentas de buda mirón. Y todavía oxígeno de parques con “extranjeros” “desterrados” bregando su OH. Filos de azogue, tubérculos de paraísos en cual encontrar bohemias rumias, aun caballos nietzscheanos.
Ahh.. ya todo siente bueno a rastro. Grafito: el templo. Lo intelectual no se cita ni se recibe, a veces se es demasiado hipster en ser antihipster. Mientras muge la hiena de esta ciudad seguimos nadando el lodo de los pingüinos y sus conciertos o sus falocracias. Ya todo es tan feo que es mejor remar felizmente por el volcán borroso de no ser corrector, ni buen amigo, ni condesa de hierro, ni pastafari, ni la nueva perra de Herralde o Alfaguara. Profes preguntan por obras, cuando uno hace la obra. Ad opus. Al término de puente, camino fue más. Quiero responder casi ninguna de las “preguntantes” o puñaladas que me ofrecen algunos. Les prometo citas o golpes con ameno ejercicio. No acuden. Trepanar lolitas faustamente es foto Lewis. Revolver en cajón si la cosa está dura para salir a comer chicharr..
Hay ferias librunas que nos dejan caries en las hojas. Reuniones de comida exactamente tan comunistas. Es la libertad de escribir este blog pituco molestoso, total, NADIE DICE ENTENDER. Recuerdo el mensaje del chino viejo en grenlims 2 (o 1?) ;;; cucharita: “para oír, solo hay que escuchar”. Para entender solo hay que leer. Basta de cronear sobre almohadas del “cada poeta qeu vive al lado de tu puerta dice que es el segundo mejor poeta de una nación que lo ignora”. Escribe malnacido! Lee si no hay otra opción, que riendo se vacía el mundo.
En una cultura de críticos, y quejas, vale sopesar cada caso, lo altamente censurable es el silencio amigozo, la lisonja desteñida. Lo terrible es no pertenecer a tu cuerpo y bilis. Cuando humores de tu anatomía te rechazan es lo triste de la hipocresía (“la falta de respeto es la honestidad en los hoyuelos pecosos de una ciencia de sábanas” : Kostas, Figueroa, Op.IV ). Y al final de lo negro, algunos seguirán llorando por la soledad ganada, mientras los cigarrillos pavimentan el firmamento de formas de perros, y fémures muertos de poetas pobres (disculpen el redundanto). Ya es uranus cuando los contra-bureaus follen olas, ritmen afuera del poste nacional. Plasta de los pobres cocinen sardonias. El arte lo permite todo, sin embargo no todo es arte: “Así, mi desconocimiento de las letras malayas o húngaras es total, pero estoy seguro de que si el tiempo me deparara la ocasión de su estudio, encontraría en ellas todos los alimentos que requiere el espíritu.” (Esto es Borges en “Sobre los clásicos”) a pesar de sus jocosos dictámenes nunca he visto alimentos espirituales en las letras RD cual el viejito de Tlon. Tal vez una decodificación ecuménica de la palabra “espíritu” en el citado nos daría la vocación de su falacia, a todo esto nos late reir. En otro ensayo de menor calibre que leí hace años en Cuadernos Hispanoamericanos, leí que Pound solo rescataba un verso del mejor poeta en castellano según él: Quevedo. Tenía que ver con velas y eso, a la sazón lo que cumple nuestra magia sería (sensatamente) mandar al mismo diablo los honores a los horizontes; dejar el patriotismo a meros dispares frugales. Cuando todo eso es visto ya no se habla de fulanito de coruña o de lo guandule. Ya es fértil descubrir el primal emblema de lxs nombres, nuestra sombra siempre dictará mejor los estanques.