Bratini K



Esto no es Montaigne. Tampoco un pie colgado del armario en el chillido raudo de los paridos. Con el señor José Ángel le pasa a uno y también el entonces de las fraguas epilépticas. No dejemos de querer el plomo, la ciudad, el secreto del morbo en las esquinas del estómago. Santo Domingo ha visto a seres describirlo con astucia pero en los últimos retoques de pinturas a héroes patrios de carrara se recuperará el mistagogo del sarro que representa el poemario Albúm K.

El género no es plenamente apocalíptico aun su cortejo. El hueco inminente de la traviesa marabunta dilata un éxtasis vital de calibres simbolistas. “Ya lo dije, aquí es el infierno. Ciudad de maravilla del derroche y la cerveza, espejo de un Narciso ciego, mambo y brujería. Esta telaraña de acero y hormigón creció como la mala hierba en el cráneo de un barbero; quienes la amaron, no la conocen y son entraña de sus entrañas.”(Ciudad K). He aquí la tierra de perros con el autre Joseph K. Ninguneador repasa los aros avernales de la ética cruda en la que sus protosapiens increpan el pavimento, la piedra/deidad, sangre, el cloro bebido, lo perecedero, lo fallido.

“Al regresar se está otra vez frente a la puerta, empuñando la cerradura desde el lado opuesto; con el otro brazo se sostiene un maletín exhausto que cuelga junto a las rodillas murmurando tragedias de camino y en la frente el sudor colma las cejas del que salió preocupado por su higiene curricular. Ahora que ha recorrido todo el círculo del día procurará la cura para el estrés, aunque todo esto ya lo sabía con suficiente antelación.”(Antelación K). El alcanfor tiene su contramoneda de santería; este texto es crónica, elegía, autobiografía, ensayo, canción, antiépica, sátira, filosofía, tragicomedia, Tiempo.

El símbolo K con su velo sordo y obstruyente, potasia, en protosemítico parece un arpa pero en realidad viene del jeroglifo “d” que es una mano. Toda mano una acción o nodo o enlace, un extremo de la cuerda humana para electrizar las potencias de otras y así “socializar”. Todo protosapiens en busca del cariño en la fricción suele poner las astucias a ser accidentante. En nuestro caso (como en el del querido Kafka) todas las dinámicas suceden a por un daño, “Beethoven legitimó por su contenido lo que desde el punto de vista de la obra de arte abandonada a sí misma tenía que aparecer como violencia.”: nos recuerda Adorno. Arte es Violencia dice un servidor, y lo que late en el óxido del ciel no es hierro: “…hoy que mi poesía solo sirve para hacer dinamita. Quiero que en tu cabeza el quicio estalle y que salgas a los caminos abanderado con la sangre a degollar vampiros y a coserle la boca al papa como siboney de piedra brava que no quiere hidrocarburos en su tierra.”(K-13).

Dice Bauman en su liquidez: “Entre el orden dominante y cada una de las agencias, vehículos y estratagemas de cualquier acción efectiva se abre una brecha –un abismo cada vez más infranqueable, y sin ningún puente a la vista–.” Este monolito es acuse vital del acto presente de nosotros, no hay puente, solo el hastío del evangelio del fuego a venir llorándonos las huellas. “El día a día se escuchaba como un cincel golpeando en mármol, (jajajjaja!) hasta que cada imagen nuestra se nos fue tallando en los ojos.(…) que no somos dioses con rostros griegos, sino proyectos, bombas educadas para estallar a la hora imprecisa…” (Generación K). No fortuito el hormigueo sobre lo “blanco impoluto” de la autoridad, deidad, mesías poético de isla, un eco de Hakin Bey “The last possible deed is that which defines perception itself, an invisible golden cord that connects us: illegal dancing in the courthouse corridors. If I were to kiss you here they'd call it an act of terrorism--so let's take our pistols to bed & wake up the city at midnight like drunken bandits celebrating with a fusillade, the message of the taste of chaos.” (T.A.Z. , N.Y. 1984).

“Las representaciones de la Crucifixión no se vuelven fútiles para los creyentes, si en verdad son creyentes. Esto es aún más cierto en las representaciones escénicas. Se puede confiar en que las representaciones de Chushingura, quizá la narración más conocida de toda la cultura japonesa, llevará al público japonés al llanto cuando el Señor Asano admira la belleza de los cerezos en flor rumbo al sitio en que ha de cometer seppuku: el público solloza en cada ocasión, aunque haya seguido la trama a menudo (como una obra de kabuki o bunraku, como una película); el drama ta'ziyah de la traición y muerte del Imán Hussain no cesa de llevar al público iraní a las lágrimas aunque haya visto el martirio representado a menudo. Al contrario. Lloran, en parte, porque lo han visto muchas veces. La gente quiere llorar. El patetismo, en su aspecto narrativo, no se desgasta.” (Sontag, Susan-Ante el dolor de los demás, 2004). Apuesto a todo lo que late como este confort de dolor. Ya varías parábolas de ojos en estos temas se vertieron a morir su tema. Los instantes en K, en brujería cósmica transeúnte, metaelegía de abandonados, ars as violence (Ars Is Violence), terrorismo, inversión a la catedral de los burócratas del oficio.. en fin, esto no es Montaigne. La Sontag entiende cosas que nos aprovechamos al acometer el dolor intenso de una Ciudad Perro, cité cerberus, esto es el repetir de los redondos días de finales revelaciones. Pathos del bueno y no vendible. Inmarcesible. “He visto sangre en píldoras” (Articulación K).

El arte hace rato dejó de ser confeccionar poemas para un rey mientras le maman el guevo y le estallan pámpanos en la frente. “…pensar por qué Kafka escribe pesadillas, podría ser una terquedad satánica en el jardín de la ligereza, estar solo implica asfixiarse en la nadería del pensamiento.”(Acción K). “Los días son huecos que se clonan como esporas” (Archivos K). Si para seguir el pavimento de la hoja pixelada con hipótesis trifuncional de los pueblos protoindoeuropeos descarto (lo siento Dumézil), en caso hoy, el sacerdote y el militar son Uno. El comerciante artesano se es revocado por la sangre del grafito. El pulsor es este y la violencia su contracara de golpe…. abran Albúm K, (ya ta’ bueno de morbo).

Comments

Popular Posts