libido, hechizo: moho3

Qué es el ruido? No tienes que buscar en los vijeques de la rae. Qué es el ruido? Siempre un entierro de coños y temas y semas y realidades juzgadas. Ptk. Fonemas sin aire. Cadenas de la represión. Qué es el ruido?
Mo (ho)3 siempre nos quiere responder las variables de este eslabón. Para hacer se crear dor: para dirigir digiriendo un relámpago de megáfonos o vagabundos conteos de zinc y vasos, tintinear como un gran silencio de Cage, endeterminando las posibilidades de los volúmenes, el espesor de la cuenda del tiempo, la estocada de arena en la pantalla de la lengua. Como coletazo creado de las tres colorinas hiperpuffgirlas, el cerebro: la materia que no es ira (bellota), matriarcalidad (bonbón), bipolaridad sufrida de la normativa patriarcal (burbuja). Mojo jojo es el renglón racional del mal, lo que debe ser totalizado para destruir el patrón de “bondad” de la triada salvadora.
Qué es el ruido nos preguntamos al beber de los vasos danzantes o de la quirúrgica introspección del rap (presentación fete de la musique 2013), un perro en brazos como un casamiento de Renbrandt y Goya.
Como todo buen grupo uno nunca supo cuando fue la primera vez que experienció a Mo (ho)3. Una caterva de panas en el intergaláctico del 2011 creo :P //
Menstruando los galones de agua mientras los residuos del erranticismo son rebasados.
El savoir faire de la capital de la ex colonia española, RD, sabe pacato en sus direcciones de arte. Estar en presencia de experimentos formales, atenciones con el acervo perfopoético, la decadencia del ajenjo, el hieratismo del ain sof identificado en calderos, periódicos, solos heavy metal, gorjeos de pájaro servidos al grito y al dente de la carne triturada del hombre que resta después del arte. No somos y trabajamos para esa consigna. Muriendo en la enfermedad del estallido celular. El savoir faire del plano de la corrupción es tan totalizante en los alfiles como en los ministros que no leen, y devoran los museos y teatros antiguos para hacer su nueva erección de babel. Su opus en concreto armado hasta los dientes con el nuevo colonialismo del sujeto neoliberal. Eso lo sabe hacer muy bien, docta, parejeramente la institución estatal dominiperra. En contra de esos objetivos se arremente una constatación de ruidos, el cuadrado de zinc al que se le fustiga su rigidez su pobreza en los anillos paupérrimos del nuevayol chikito. Ahhh
“Nadie la había visto. Nadie pudo verla. Mirado desde la sala, la ilusión
óptica fue tal que todo el mundo vio deslizarse la llave dentro del agua -y ninguno de los
auxiliares del teatro reparó en ella, porque la estameña acalló el ruido-.”
Es esto ruido?

Henos aquí encarcelados en falocracias, feminicidios, espéctaculos desde el ojo de ra de la TV, el gobierno de la mañana y sus jerarca del saber enciclopédico dictando a quien odiar. Henos aquí vivificando el inauténtico a su mejor modo, el pasivo que solo grita cuando el arte nos ayuda hacerlo. Pero retomemos la reflexión de la obra de anoche 11/4/14 en el laboratorio evolutivo de arte contemporáneo del conglomerado Mo (ho)3. Se veían salir gente pituca o no bebida por el “ruido”, otros risotando con su compañero de al lado. Otros borrachos aguantando mejor. Otros (pocos) impertérritos. Redoblando el cariz de los velorios, de las laceraciones de si te corto las manos de Jodorowsky como escribes tu Jodorowsky en mi invertebrado hemisferio bestial. Pero vamos, unas señas nazis no es lo mismo que leer a becquer pero lo conjugan. Cucharas y cubiertos, baño de cuchillos, muy nonsense muy Carroll atisbando el agujero del tiempo del morbo suelto en callejuelas de la barriada.
Pocas cosas de arte vertebran la panorámica postavantmusic, indeterminancia, electronicidad: asuntos de crear tótemes abigarrados en el vortex de la basura que nos enmierda. Pocos pulmones, en el cartografiado límite ficticio de la república dominicana, atienden a las agudeces multivalentes de lo no convencional. No se necesitan títulos, pero existen, lo juro. Qué bonito es un entierro! Las relaciones personales, el teatro fuera de las tablas, la efigie de lo cotidiano subvertido por los valores de la discusión que no es otra cosa menos que arte.

Erupcionan los orgasmos compartidos para que el demente científico simio en nosotrxs, leerán poesía actual y poderosa del patio cual la de Bratini, te darán la paz y la guerra del fonos y del deimos. Wender Ferreira y sus secuaces son la tajante verdadera razón de querer creer que seguimos deshilvanando el hilo del minotauro para que nos envista con su ruido?
Qué es el ruido?

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“Funcionalmente, la con•
notación, al engendrar por principio el doble sentido, altera la
pureza de la comunicación: es un «ruido» voluntario, cuiadosa•
mente elaborado, introducido en el diálogo ficticio del autor y el
lector, en resumen una contracomunicación (la Literatura es una
cacografía intencional).”
Acaso es esto ruido?
Barthes no escatima en daños, es. Todo el que define desde su centro multiversal (stirner) es una gota dentro entre del oCeano
contracomunicar o no , pero que importancia tienes?
Acaso el sentido no es ruido?
Somos en la noria creadora para la sangre metal de las horas de los diarios malleídos,
Y si acaso no me masturbo en tu oído, (¿)
Cierren todos los entierros de la escatología del hombre , al final el logos es mejor pathos que … ustedes entienden.
La viceversación de caminar o latir como ritmo, el ovario de Neptuno o enceladus son ritmo,
Qué son tus ruidos si no los compartes? No me digas que quieres no compartir tus fonemas sordos.
La estética hecha en claro por parte de Mo (ho)3 es la que ellos ensamblaron de acuerdo a su simbiosis y por ende coherencia, cosa poco vista, reitero, en el landscape del puñado de vanguardias de RD.

Dan Eliu Almonte, Jochi Muñoz, Lina Aybar esbozan el performanceo actual y en curso de la isla, el arte corre como un yuna de sangre al nihil. Mo (ho)3 es parte de ese hierro, ese metal, esa hematogénesis del caos que puede hacer revertir la mierda que nos llueve.

Las cadenas simbólicas tiemblan. El baile del machete en el collage ktichcbarroque MACHETE!, el separar el espectáculo del actante, el todo vertido del ars sapiens, solo para que nos vengamos a enterrar de nuevo en nuevo ruido.
Somos ruido. (¿)